jueves, 1 de septiembre de 2011

Arte y Pasión !

Decoración Gastronómica !

Restaurantes españoles con "estrellas Michelín"

Han aumentado considerablemente los restaurantes españoles con estrellas en la Guía Michelín. Once nuevas que tenemos que considerar muy insuficientes dados los avances y el prestigio actual de la gastronomía española en todo el mundo.

Esta es la situación tras los nuevos cambios:
  • Restaurantes con Tres estrellas Michelín: Arzak, Martín Berasategui, El Bulli y Can Fabes.
  • Restaurantes con Dos estrellas Michelín: dos nuevos Santceloni (Madrid) y Hacienda Benazuza (Sevilla) y al igual que el años pasado: Tristán (Portals Nous, Mallorca), Atrio (Cáceres), Akelarre (San Sebastián), El Celler de Can Roca (Gerona), La Broche (Madrid), Girasol (Moraira), Zuberoa (Oyarzun, Guipúzcoa) y Sant Pau (San Pol de Mar, Barcelona.
  • Restaurantes con Una estrella Michelín: Hay 91 restaurantes. Los 16 nuevos con una estrella son: Real Balneario (Salinas, Asturias), El Rincón de Antonio (Zamora), Hispania (Arenys de Mar, Barcelona), Posada del Abad (Ampudia, Palencia), Hofmann y Alkimia (Barcelona), A Reixidora (Bentraces, Orense), Estany Clar (Cercs, Barcelona), La Seu (Denia, Alicante), Miramón Arbelaitz (San Sebastián), El Portal (Ezcaray, La Rioja), Altair (Mérida, Badajoz), Les Cols (Olot, Gerona), Víctor Gutiérrez (Salamanca), El Cingle (Vacarisses, Barcelona) y Alejandro (Valencia).
La Guía sigue apostando por ser muy conservadora en España. Se juega sobre seguro.
Para los amantes de la Guía Michelín, nuestra recomendación es que la complementen con "La Guía Campsa" (Cofradía de la Buena Mesa y Academia Española de Gstronomía) y la Gourmetour. De lo contrario corren el riesgo de perderse auténticos santuarios del buen comer en España.

martes, 2 de agosto de 2011

Hungria se suma a las tasas sobre la grasa.

Gravar los alimentos ricos en grasas saturadas con impuestos especiales, se ha convertido en una moda a la que ya se han sumado muchos gobiernos, no sabemos si preocupados realmente por la salud de los ciudadanos a los que representan, o si movidos por el interés de engordar las arcas del estado.

Y es que en plena crisis, alimenticia y económica, todas las medidas son pocas para crear conciencia sobre la importancia de elegir bien lo que se lleva uno a la boca, o como decía, para inyectar un dinerito extra que sirva, por ejemplo, para compensar los gastos que la mala alimentación de la sociedad genera anualmente a los estados.
Esta vez le ha llegado el turno a Hungría, donde desde el 1 de septiembre los fabricantes tendrán la obligación de pagar una tasa de 0.37 € por cada alimento que contenga grasa, azúcar o sal por encima del límite establecido por el propio gobierno húngaro. Además, han anunciado una subida anual de dicho impuesto, en lo que parece un posicionamiento claro en favor de la comida sana. Esto, en un país no especialmente azotado por la ola de obesidad que golpea, por ejemplo, a Estados Unidos o a España.

jueves, 28 de julio de 2011

                                    "No hay amor más sincero que el amor a la comida"
                                                                George Bernard Shaw.